Título: “El Vizconde de Bragelonne” tomo II
Autor: Alejandro Dumas
Título original: “Le vicomte de Bragelonne”
Publicado en 1848
Ante todo, esta entrada es muy extensa, pero es que el libro lo amerita, he puesto más de dos escenas que me agradaron del libro, y la verdad son muy buenas, y por lo que puedo comentar, este tomo esta plagado de escenas que valen la pena rememorar.
“-¡Pues qué! ¿Quiere matarte el señor Du-Vallon?
-O hacerme matar, que viene a ser lo mismo.
-¡Vaya una ocurrencia!
-No os riáis, Majestad, que lo que estoy diciendo es la pura verdad.
-¿Y dices que quiere hacerte matar?
-Esta es la idea que tiene, por ahora, ese digno hidalgo.
-Pierde cuidado, que yo te defenderé si no tiene razón.
-¡Ah! Me prestáis vuestra ayuda condicionalmente.
-Sin duda. Veamos; respóndeme como si se tratase de otra persona, mi pobre Saint-Aignan: ¿tiene razón o no?
-Vuestra Majestad juzgará.
-¿Qué le has hecho?
-¡Oh! A él nada; pero parece que he ofendido a un amigo suyo.
-Lo mismo da. Y su amigo, ¿es alguno de los cuatro famosos?
-No; es hijo de uno de esos cuatro famosos.
-¿Y qué has hecho a ese hijo? Veamos.
-¡Casi nada! Ayudar a otro para birlarle la amada.
-¡Y confiesas eso!
-Necesario es que lo confiese, puesto que es verdad.
-Entonces, has obrado mal.
-¡Ah! ¿He obrado mal?
-Sí; y a fe mía que si te mata...
-¿Qué?
-Tendrá razón
-¿Y es así como juzgáis, Majestad?
-¿Acaso es malo el método?
-Lo encuentro expeditivo.
-Justicia buena y pronta, decía mi abuelo Enrique IV.
-Entonces, dígnese Vuestra Majestad firmar inmediatamente el perdón de mi adversario, que me está esperando en los Mínimos para enviarme al otro mundo.
-Su nombre y un pergamino.
-Majestad, ahí tenéis un pergamino en la mesa, y en cuanto a su nombre...
-En cuanto a su nombre...
-Es el vizconde de Bragelonne, Majestad.
-¿El vizconde de Bragelonne? -exclamó el rey, pasando de la risa al más profundo estupor.”
“-Habéis olvidado que habláis al rey, señor, eso es un crimen.
-Habéis olvidado que desgarrábais la vida de dos hombres. ¡Eso es un pecado mortal, Majestad!
-¡Ahora, salid!
-No antes de haber dicho: ¡Hijo de Luis XIII, mal empezáis vuestro reinado, pues lo inauguráis con el rapto y la deslealtad! Mi descendencia y yo nos consideramos libres hacia vos de todo el afecto y todo el respeto que hice jurar a mi hijo en las bóvedas de San Dionisio, delante de los restos de vuestros nobles antepasados. Os habéis hecho enemigo nuestro, Majestad, y en lo sucesivo sólo tendremos a Dios por juez, nuestro único amo. ¡Reflexionadlo bien!
-¿Amenazáis?
-¡Oh, no! -dijo Athos tristemente-. No hay más baladronadas que temor en mi alma. Dios, de quien os hablo, me oye hablar, y sabe que, por la integridad y el honor de vuestra corona, derramaría aún en estos instantes toda la sangre que me han dejado veinte años de guerras civiles y extranjeras. Puedo aseguraros, por lo tanto, que no amenazo al rey; como no amenazo al hombre; más sí os digo: Perdéis dos servidores por haber matado la fe en el corazón del padre y el amor en el corazón del hijo. El uno no cree ya en la regia palabra, el otro no cree ya en la fidelidad de los hombres ni en la pureza de las mujeres. El uno ha muerto para el respeto, el otro para la obediencia. ¡Adiós!
Y, diciendo esto, rompió Athos su acero contra su rodilla; puso lentamente los dos pedazos en el suelo, y, saludando al rey, a quien ahogaban la cólera y la vergüenza, salió del gabinete.
El rey, abismado sobre su mesa, pasó algunos minutos en reponerse y, levantándose de repente, llamó con violencia.”
“La Valliére quiso tender sus manos hacia él.
-No debemos vernos ya en este mundo -dijo Raúl.
La Valliére quiso hablar; pero Raúl le puso la mano en la boca. Luisa besó aquellas manos, y se desmayó.
-Olivain -dijo Raúl-, recoged a esa señorita y conducidla a la silla que espera a la puerta.
Olivain la levantó. Raúl hizo un movimiento como para precipitarse hacia La Valliére y darle el primero y último beso; pero deteniéndose de pronto:
-No -dijo-; este bien no me pertenece. ¡No soy el rey de Francia para robar!” (este comentario por Raúl es un es un mega BURN para el rey)
“-Si os repugna detenerle vos mismo, enviadme a mi capitán de guardias.
-Majestad -repliqué yo-, no necesito al capitán de guardias, puesto que estoy de servicio.
-No quisiera disgustaros -dijo el rey-, pues siempre me habéis servido bien, señor de Artagnan.
-No me disgustáis, Majestad -respondí-, estoy de servicio, y no digo más.
-Pero -dijo él con sorpresa-, creo que el conde es amigo vuestro.
-Aunque fuera mi padre, Majestad, no por eso estaría menos de servicio.
El rey me miró; vio mi rostro impasible y pareció satisfecho.
-¿Prenderéis, pues, al conde de la Fére? -preguntó.
-Indudablemente, si me lo ordenáis.”
“-¿Haceros prender, vos?
-Sí, por cierto. Mi amigo va a aburrirse allá, y vengo a proponer a Vuestra Majestad que me permita hacerle compañía; pronunciad una palabra, y me prendo a mí mismo: yo os respondo que no habrá precisión de llamar al capitán de guardias para eso.
El rey corrió hacia la mesa y cogió una pluma para extender la orden de prisión contra Artagnan.
-¡Sabed que es para siempre! -exclamó con acento amenazador.
-Cuento con ello -dijo el mosquetero-, porque después que hayáis hecho tan linda hazaña, no os atreveríais a mirarme cara a cara. Luis arrojó la pluma con violencia.
-¡Marchaos! -dijo.
-¡Oh, no! Si Vuestra Majestad lo tiene a bien.
-¡Cómo que no!
-Majestad, venía resuelto a hablar con dulzura al rey; el rey se ha irritado, y es una desgracia; pero no por eso dejaré de decir lo que tenía pensado.
-¡Vuestra dimisión, señor -exclamó el rey-, vuestra dimisión!
-Bien sabe Vuestra Majestad que eso no me mueve gran cosa, pues en Blois, el día en que Vuestra Majestad negó al rey Carlos el millón que le dio después mi amigo el conde de la Fére, ofrecí mi dimisión al rey.
-Pues bien, venga inmediatamente.
-No, Majestad, porque ahora no se trata de eso. Vuestra Majestad había tomado la pluma para enviarme a la Bastilla. ¿Por qué ha mudado de opinión?
-¡Artagnan! ¡Cabeza gascona! ¿Quién es el rey, vos o yo?
-Vos, desgraciadamente, Majestad.
-¿Cómo desgraciadamente?
-Sí, Majestad; porque si lo fuera yo...
-Si lo fuerais vos, aprobaríais la rebelión del señor de Artagnan, ¿no es verdad?
-¡Sí, por cierto!
-¿De veras?
Y el rey se encogió de hombros.
-Y diría a mi capitán de mosqueteros -prosiguió Artagnan-, mirándole con ojos humanos y no con carbones encendidos: "Señor de Artagnan, me he olvidado de que soy rey, y he descendido de mi trono para ultrajar a un gentilhombre."
-Señor -exclamó el rey-, ¿creéis que sea disculpar a vuestro amigo sobrepujarle en insolencia? (esta parte me dio tanta risa, aun cuando vuelvo a leerlo sigue causándome mucha gracia)
-¡Oh, Majestad! Aún iré más lejos que él -dijo Artagnan-, y vuestra será la culpa. Os diré lo que él no os ha dicho: él, que es la delicadeza personificada; os diré: Majestad, habéis sacrificado a su hijo, y él lo defendía; le habéis sacrificado a él mismo, y cuando os hablaba en nombre del honor, de la religión y de la virtud; le habéis rechazado, expulsado y recluido. Yo seré más duro que él, señor, y os diré: Majestad, ¡elegid! ¿Queréis amigos o criados? ¿Soldados o danzantes cumplimenteros? ¿Grandes hombres o pulchinelas? ¿Queréis que os sirvan o queréis que os mimen? ¿Deseáis que os amen o que os tengan miedo? Si preferís la bajeza, la intriga, la cobardía, hablad, Majestad, y nos marcharemos nosotros, que somos los únicos restos, diré más, los únicos modelos del valor de otra época; nosotros, que hemos servido y sobrepujado tal vez en valor y en merecimientos a hombres que son ya célebres en la posteridad. Elegid, Majestad, y daos prisa. Conservad aún los pocos grandes hombres que todavía os quedan, que lo que es cortesanos nunca os faltarán. Apresuraos, y enviadme a la Bastilla con mi amigo, porque si no habéis prestado oídos al conde de la Fére, esto es, a la voz más dulce y noble del honor; si no prestáis oídos a Artagnan, es decir, a la más franca y ruda voz de la sinceridad, sois un mal rey, y mañana seréis un pobre rey. Ahora bien, a los malos monarcas se les detesta, a los despreciables se los expulsa. Eso era lo que tenía que deciros, Majestad; habéis hecho mal en empujarme hasta ese extremo.” (Artagnan no solo riñe al rey, mas bien lo cachetea)
“Artagnan había dicho todo cuanto tenía que decir. Vio la cólera del rey, y, sacando su espada, se acercó respetuosamente a Luis XIV, y la puso sobre la mesa.
Mas el rey, con ademán furioso, empujó la espada, la cual cayó al suelo y rodó a los pies de Artagnan.
Por dueño que fuera el mosquetero de sí propio, palideció a su vez, y temblando de indignación:
-Un rey -dijo-, puede privar de su gracia a un soldado, desterrarlo, condenarlo a muerte; pero, aun cuando sea cien veces rey, jamás tiene derecho a insultarle deshonrando su espada. Majestad, un rey de Francia jamás ha rechazado con desprecio la espada de un hombre como yo. Esta espada infamada, pensadlo, Majestad, no puede tener en adelante otra vaina que mi corazón o el vuestro. ¡Elijo el mío, Majestad, y dad gracias a Dios y a mi paciencia!
Luego precipitándose sobre su espada:
-¡Caiga mi sangre sobre vuestra cabeza, Majestad! -dijo.
Y, apoyando con movimiento rápido el puño de la espada contra el suelo, dirigió la punta sobre su pecho.” (Yo por mi parte, pensé que D´Artagnan le daría muerte al rey en ese momento)
RESEÑA:
Esta grande novela, y digo grande, porque se lo merece, a mis ojos la mejor de la serie. Bien comenté que el primer tomo lo sentí algo flojo, empezó bien y después el ritmo bajo demasiado, en esta continuación comienza como termino el otro, y después se acelera todo, y tiene varias escenas en las que de plano no podía dejar de leerlo, por lo que a mis ojos, este libro superó con creces mis expectativas y a sus predecesores. Las escenas a las que me refiero son en la que Athos amedrenta verbalmente al rey, y en la que D´Artagnan hace lo mismo. Algo que hace muy diferente a este libro de los otros, es el hecho de que en este tenemos tragedias que afectan directamente a los personajes, los mosqueteros ya no son casi inmortales como en las entregas anteriores. Aramis ya padece de la enfermedad de la GOTA, y le afecta en ciertas circunstancias, tanto así que admite que ya en habilidad física no podría rivalizar a D´Artagnan, aunque D´Artagnan admite que no le es un igual en intelecto.
Como en la historia anterior, los mosqueteros están divididos, en gran parte la división se vive entre Aramis y D´Artagnan, y por otra parte, Porthos y Athos están algo segregados, ya que el conde de La Fere se encuentra casi al margen de la historia, salvo sus escenas magnánimas, y Porthos siendo tan inocente, siempre se encuentra con que no sabe lo que esta sucediendo a su alrededor, pero siempre da su mejor esfuerzo en lo que hace por ayudar a sus queridos amigos, por lo que es mi segundo personaje favorito. También cabe mencionar que de los acompañantes (sus lacayos) de los mosqueteros Bazin, Planchet, Mosquetón y Grimaud aparecen muy poco, bueno de hecho Bazin no aparece más que en una escena en el primer tomo y después desaparece por completo. Mosquetón tiene sus apariciones, al igual que Grimaud, pero aquí quien verdaderamente logra superar a los demás lacayos es Planchet, ya que tiene su propio negocio de abacero, y le va también, que lo vende para poder retirarse a su casa de campo con su mujer, es más si no es por Planchet, yo creo que no se da esta novela, ya que D´Artagnan no podría realizar su gran hazaña la cual da pauta para comenzar con esta gran novela.
Este libro debería ser todo un hit con las muchachas, ya que detrás de toda esta gran historia, tenemos el amor de Raúl de Bragelonne por Luisa de La Valliere. En un principio los dos se amaban, pero luego Luisa se enamora del rey, y el rey le corresponde, con lo que Raúl en un principio no sabe nada, y cuando se da cuenta acepta que Luisa ya no le quiera y la deja en paz, pero él decido no continuar viviendo así, por lo que siendo un hombre del más alto honor, no puede caer en la vileza de suicidarse (que así lo ve él, no que yo piense que suicidarse sea vil), por lo que opta por irse a la guerra y hacerse matar en combate. Por lo que a mi respecta, Raúl es todo un caballero andante, siempre pensó muy bien de Luisa, y hasta pide su mano a su padre, a sabiendas de que éste no quería que se casase con ella, ya que ella no era del estatus de ellos, porque ella no tenía dinero, y ellos si. Así que Raúl en contra de los sentimientos de su padre, le pide que le de permiso de casarse con ella (tanto respeto le tiene a su padre, que no osa hacer algo en contra de su consentimiento). Y Athos en contra de su voluntad le da su consentimiento, y le pide al rey que case a Raúl con Luisa, y de ahí parte la historia, todo se pierde por un pequeño amor que no se consumo en el tiempo adecuado, ya que Montalais lo dice bastante bien, de haber pedido Raúl la mano de Luisa antes de que ella conociera al rey, ellos se habrían casado. Por eso este libro es una historia de amor que termina en tragedia, pero en la que Raúl se comporta como todo buen caballero honorable, y acepta las cosas como son, La Valliere no le desea el mal a nadie, es una muchacha simple que se enamora de otro hombre, y tiene que dejar al que la quiere por su nuevo amor, lo malo es que no puede decírselo antes de que todo termine catastróficamente para todos.
Por otra parte en este libro me tope con un personaje nefasto, su idiotez causa la desgracia de aquellos que tanto hicieron por él, sus fieles amigos arriesgan sus vidas para que Luis XIV no lo mande a la bastilla y este indigno (quería utilizar otro verbo, pero por respeto no lo utilizare) personaje por su “magnanimidad” por que su “huésped” y digo huésped con comillas, porque nunca se es un huésped, si el huésped quiere perder a su anfitrión, eso en microbiología lo conocemos como un parásito. Pero bueno, a lo que voy, es que este sujeto: Fouquet, causa la ruina de mis dos personajes favoritos del libro, y la verdad es que me dolió lo que hizo, me causo tanto desagrado y repulsión este personaje que se ha granjeado un puesto en mi lista de personajes que ODIO. No soy una persona que comúnmente odie, pero existen dos personajes que han hecho algo por lo que se han ganado mi mas profundo despecho, ellos son Hagen (del libro de “El Cantar de los Nibelungos” ya que asesina por la espalda a mi personaje favorito de todos los tiempos Siegfried) y Tom Brady (quien es la causa primordial por la cual mi equipo de Fútbol Americano no gano el SuperBowl en el 2003, le voy a las Panteras de Carolina) están en dicha lista, y ahora el superintendente de hacienda se ha ganado a pulso el tercer puesto. Cabe mencionar que en los más de 170 libros que he leído, sólo dos han logrado que ODIE a algún personaje.
Así que los dejo con la recomendación de ser precavidos al leer esta novela, el libro es largo y podría aburrir a un lector que no esta acostumbrado a tanta extensión. Cada tomo del libro es de aprox. 700 páginas cada uno, de 133 capítulos por tomo. Algunos capítulos son muy extensos y pueden ser cansados, y otros son muy buenos pero demasiado cortos, y yo habría deseado que dichos capítulos se extendieran un poco más.
Hasta aquí todo fue sin spoilers, pero a continuación resumiré todo el tomo, así que quienes no han leído el libro y no quieren enterarse de todo, les recomiendo detenerse aquí.
- Comenzamos con la continuación del amor de Luis XIV por Luisa de la Valliere (novia entre comillas de Raúl de Bragelonne, hijo de Athos)
- La princesa Enriqueta, quién era la enamorada del rey antes de ser precedida por Luisa, le tiene celos y la odia, por lo que hace regresar a Raúl de su viaje a Inglaterra, y le hace conocedor del mutuo amor de Luisa y del rey, con lo que Raúl extremadamente alterado, y a sabiendas de que no puede hacer nada en contra del rey, ayudado por Porthos opta por vengarse retando a un duelo al segundo del rey Saint-Agnan.
- Fouquet se queja de que esta perdido por los gastos que realiza el rey, ya que el rey gasta para que Fouquet se quede sin dinero, y una vez Fouquet no tenga fondos, estará destinado a la bastilla. El rey no le quiere, ya que esta siendo manipulado por el intendente de hacienda Colbert. Fouquet se terminará de perder con la fiesta que le realizará al rey en sus tierras de Vaux. Estas fiestas las realizará por motivo de que Colbert lo compromete a realizarlas.
- Aramis quiere evitar futuras confrontaciones con D´Artagnan, por lo que habla con él, y le hace saber que ante todo esta bajo el baluarte de Fouquet y lo anima a que se le una. Por su parte D´Artagnan le replica que ha dado su palabra al rey y por tanto será hombre fiel a su palabra. Los dos amigos concuerdan que continuarán siendo amigos en amistad, pero desgraciadamente enemigos en política.
- Entra en escena la duquesa de Chevreuse, tiene documentos que incriminan al Sr. Fouquet. Esta duquesa necesitada de dinero, quiere ganar ventaja de los documentos que tiene, con lo que se los ofrece a Aramis. Primer error de Aramis, por no querer desembolsar dinero, creyendo que los documentos son falsos, o erróneos, opta por no comprarlos. Con esto, la Sra. de Chevreuse vende dichas cartas al Sr. Colbert, con lo que se comienza con la caída en picada de Fouquet.
- La mejor escena del libro: Vemos a Athos quien viene al ver al rey, y le exige conocer los motivos por los cuales el rey no ha concedido casar a Raúl con la señorita de la Valliere. El rey se enfurece y le dice que nadie hace preguntas al rey, y sobretodo, nadie exige nada al rey. Trata después de correr a Athos, pero el conde de la Fere se niega a ser despedido sin antes hacer saber a su majestad lo que piensa de su manera de actuar (el enviar lejos a Raúl para poder cortejar libremente a su prometida); y aquí tenemos a Athos que cachetea al rey con sus palabras (le dice que ha perdido el respeto de dos genitleshombres, y que no cuente con ellos, porque para él y Raúl, Luis XiV ya no es su rey), el rey se queda sumiso, sin contestar ya nada.
- La segunda mejor escena del libro: Al salir Athos de la cámara del rey, su majestad pide a gritos que D´Artagnan entre a verle, y ya estando él allí, le dice que arreste al conde de La Fere. D´Artagnan se queda sin palabra y va a cumplir su orden. Lleva a Athos a la Bastilla, allí esta cenando Aramis con el alcalde de la Bastilla, y deja a Athos con ellos, sin decirles que Athos es un preso. D´Artagnan va a visitar al rey, y le pide la liberación de su amigo, pero el rey se la niega, dice que ha sido insultado por Athos. D´Artagnan nuevamente le riñe, y termina dimitiendo de su puesto, le entrega su espada al rey; el rey en ira tira la espada al piso, y D´Artagnan sintiéndose ofendido, le dice al rey que éste puede hacer lo que quiera a un soldado, pero que jamás puede insultar su espada, y con esto se tira al piso y esta a punto de hacerse traspasar con su propia espada, cuando el rey conmovido por las acciones de D´Artagnan, le detiene y le otorga el perdón de Athos.
- El rey llega a Vaux, a las fiestas de Fouquet. La reina madre y Luis XIV se sienten ofendidos ante la opulencia de las riquezas que se ostentan en las propiedades de Fouquet, con lo que les dan celos, y Colbert al ver esta reacción del rey, le muestra las cartas que comprometedoras, en las cuales según Fouquet ha robado 13 millones, además le muestra al rey una carta de amor que erróneamente escribió Fouquet a la Valliere, y con estos nuevos celos, Luis XIV manda prender a Fouquet en su propia casa. D´Artagnan se ve en la necesidad de realizar el arresto, y pasa la noche en el cuarto con Fouquet, con lo que entablan una amistad. Mientras ellos están en el cuarto, Aramis y Porthos capturan al rey, y lo llevan a la Bastilla, dejando en su lugar a Felipe (hermano gemelo del rey, mejor conocido como el Hombre de la Mascara de Hierro). Con esto consuman el cambio, y ahora Felipe es el nuevo rey. En la mañana, Aramis habla con Fouquet, escucha todas las penas de éste, y como se queja de estar perdido por el rey. Aramis le dice que se alegre, que él le va a salvar, que tiene un plan para ponerlo del lado del rey, con lo que Aramis comete su segundo error (tener la necesidad de lucirse y hacer saber de su plan a otro), ya que Fouquet al enterarse de que en su casa han destronado al rey, siente perdido su disque “honor”, y amenaza a Aramis, diciéndole que ha actuado mal, que nunca se puede tratar así a un rey, y le da 4 horas para que se vaya de Paris. Erróneamente Aramis acepta y se va a Belle Isle creyéndola inexpugnable, tercer error ya que debió haberse ido a España donde sí estaría seguro. Yo por mi parte, por no comprometer mi seguridad y la de otros (Felipe y Porthos) habría visto a Fouquet como enemigo inmediatamente, y habríale dado muerte inmediatamente, y buscado la manera de culpar a Colber ayudado de su majestad Felipe, y creo que Aramis tenía la suficiente habilidad para llevar dicho plan acabo, pero no, éste se resigna a aceptar que Fouquet lo va a echar todo abajo, y escapa con Porthos. Días después el magnánimo Porthos pierde la vida ante un ataque de los soldados del Rey en Belle Isle, por lo que honestamente me sentí dolido, el pobre de Porthos nunca actuó de mala fe, simplemente siguió a su amigo Aramis, quien ideo un plan infalible, a no ser por el nefasto de Fouquet dicho plan habría funcionado, y no solamente eso, sino que Fouquet habría sido rico, Aramis un Papa y Felipe un gran rey de Francia para sus súbditos y pueblo; pero Fouquet al liberar a Luis XIV sólo obtiene su ruina, ya que lo embastillan y a mi parecer fue su justo merecido, por ser tan @*$%@. (Solamente he sentido la pérdida de dos personajes anteriormente, la muerte de Siegfried, quien es mi personaje favorito de la literatura, me causó una gran pena verle morir, sobretodo de la manera en que le asesinaron; y la muerte de Patroclo, quien murió tan magnánimamente en combate, ante la fuerza de los dioses griegos. Así que a esta lista he de agregar a Porthos, ya que ante mis ojos fue un personaje quien vivió conforme sus circunstancias se lo permitieron e hizo lo mejor de ellas, además fue el mejor amigo que cualquier persona hubiese querido tener a su lado, era en pocas palabras la amistad andante, un personaje que lo dio todo por la amistad, inclusive si ésta fue la causa de su destierro y su perdición).
- Con la muerte de Porthos, su fiel servidor Mosquetón, a su vez muere de tristeza.
- Raúl se marcha a Djidgelli (lugar en África) por decisión propia, donde pierde la vida. Athos a su vez al enterarse de la muerte de Raúl muere en su cama de tristeza.
- Pasan cuatro años. D´Artagnan sigue siendo el capitán de los mosqueteros, pero ahora lleva 4 años con el título de conde. La reina madre acaba de fallecer, el rey ahora ama a la señorita de Tonnay-Charente, quien lleva el nombre de madame de Montespán, con esto la señorita de La Valliere esta perdida en el olvido y llora constantemente por que su amado no le corresponde. Aramis regresa de España, ahora es duque de Alameda, y es amigo tanto de Colbert como de Luis XIV, y unidos los dos mosqueteros, Colbert y el rey, fraguan la guerra a Holanda.
- Un año y medio después Francia entra en guerra con los holandeses. D´Artagnan dirige el ataque terrestre, y el día que le entregan el bastón de mariscal de Francia por sus grandes faenas en combate, muere por un proyectil de mosquete.